El rencor es un mal sentimiento, pues cuando recordamos una ofensa o pensamos en la persona o circunstancia que la provocó experimentamos sensaciones molestas: frustración, dolor, ira, impotencia y ansiedad.
Esa carga tóxica anega nuestra mente, se instala en nuestro organismo y nos provoca angustia e infelicidad.
Se ha comprobado que el enfado, el encono y el resentimiento son emociones que nos conectan directamente con la hipertensión arterial y otras enfermedades; además de producirnos molestias como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres.
Pero ninguna de las incomodidades físicas que producen el odio y el rencor son comparables con el perjuicio que nos provocan en el aspecto psicológico: apagan el espíritu y nos desvalijan de energía positiva.
SI EL SER HUMANO RENCOROS@ SUPIERA EL DAÑO QUE LE ESTÁ CAUSANDO A SU MATERIA CON ESTA ACTITUD, LE ASEGURO QUE SE APRESURARIA A PERDONAR ANTES DE MARCHAR DEL TERRENAL... SIEMPRE CON Y EN LA LUZ, LUCERO.
Esa carga tóxica anega nuestra mente, se instala en nuestro organismo y nos provoca angustia e infelicidad.
Se ha comprobado que el enfado, el encono y el resentimiento son emociones que nos conectan directamente con la hipertensión arterial y otras enfermedades; además de producirnos molestias como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres.
Pero ninguna de las incomodidades físicas que producen el odio y el rencor son comparables con el perjuicio que nos provocan en el aspecto psicológico: apagan el espíritu y nos desvalijan de energía positiva.
SI EL SER HUMANO RENCOROS@ SUPIERA EL DAÑO QUE LE ESTÁ CAUSANDO A SU MATERIA CON ESTA ACTITUD, LE ASEGURO QUE SE APRESURARIA A PERDONAR ANTES DE MARCHAR DEL TERRENAL... SIEMPRE CON Y EN LA LUZ, LUCERO.
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